A lo largo de mi vida, en varias ocasiones me ha tocado estar en el lugar exacto durante el momento correcto y he podido sentir en carne propia los embates de este Planeta Feroz en el que vivimos.
Aqui las experiencias que han dejado una huella imborrable en mi mente:
HuracánHan sido 2 ocasiones en las las que he sentido el inmenso poder de 3 de los 4 elementos: Aire, Agua y Tierra. El primero de ellos sucedió hace ya mas de una década, fue en la isla de Cozumel. Era una excursion de buceo con duracion de 9 dias; en los tres primeros disfrutamos de ese paradisiaco lugar pero durante el cuarto dia el clima comenzo a empeorar y los avisos de huracan ya estaban dados: Leslie cruzaría justo por el costado de la isla al dia siguiente.
En la víspera el cielo estaba oscurecio y todo era una impresionante nube gris uniforme, luvias y mucho viento; aun se podia andar en las calles y esa noche hasta fui a cenar tacos. El Dia de Leslie llego y el huracan se desvio 7 kilometros de la ruta prevista, cruzo justo por encima del pueblo de San Miguel de Cozumel a las 14:00.
Fue categoria 1 segun la
escala Saffir-Simpson. Algunos amigos y yo nos encontrabamos en un hotel de la isla en el mismo pueblo, el aire rugia por todos lados, silbidos de las filtraciones provenian de cualquier direccion en el interior del hotel aumentando el ambiente de miedo que ya reinaba en los salones donde nos encontrabamos. Sin medir las consecuencias le dije a un amigo que queria sentir el aire, él respondio que se moria de ganas por ver el huracan con sus propios ojos y entonces juntos salimos a la calle.
El viento no era constante y ademas era tibio, llegaba a rachas impresionantes y esos espacios nos dieron la oportunidad de ponernos en un poste de concreto, espalda con espalda y con los brazos entrelazados, la arena volaba y su rozar se sentia como si quemara la piel, las enormes gotas de agua
tibia volaban casi de manera horizontal y se estrellaban en el cuerpo provocando una sensacion de piquete de aguja. Dificilmente podiamos abrir los ojos pero podiamos observar las palmeras del hotel inclinadas del tronco con el follaje completamente horizontal.
No resistimos mas de 15 minutos y decidimos regresar, el viento nos tiro al piso y despues de rodar por el suelo varios metros raspandonos levemente rodillas y codos, avanzamos pecho a tierra por que esa era la unica manera de avanzar muy lentamente los escasos 20 metros que nos separaban de la entrada del hotel.
De pronto, el viento disminuyo su intensidad y en menos de un minuto solo habia un viento muy leve que apenas movia el follaje de las palmeras, pudimos levantarnos y en eso estabamos cuando salieron tres personas del hotel diciendo: -"
El ojo, es el ojo del huracan"- y mientras nos ayudaban a componer la postura salieron mas personas del hotel. Todos admirabamos algo que contrastaba con las horas anteriores, una terrorifica calma que nos indicaba que apenas ibamos a la mitad de todo. No habia nubes en el intenso cielo azul que veiamos, escasamente habia viento, no habia lluvia, la temperatura era templada muy agradable.
Todos los que estabamos afuera quedamos como hipnotizados por lo que estabamos viviendo, todos admirabamos en silencio que fue roto por los bellboys del hotel que nos indicaban que regresaramos al interior del hotel para esperar la segunda parte de Leslie. Asi lo hicimos, la calma duro menos de 15 minutos y el huracan continuo su paso. Al obervar hacia afuera notamos que la furia se repetia, pero ahora la direccion del viento era en direccion contraria a la que habiamos visto.
Al dia siguiente ya pudimos salir y vimos los estragos causados por Leslie que solo fue categoria 1. Toneladas de arena por doquier, calles hinundadas, arboles caidos por todos lados, las palmeras casi sin follaje, muchas casas con vidrios rotos (mi habitacion en el hotel tenia la ventana del baño rota y solo la entrada del viento por ahi desgarro la cortina de la regadera)
La segunda ocasion fue apenas hace unos meses, en el 2007, cuando Henrriette, paso a solo 25 kms de distancia del puerto. (La foto de la derecha es Henrriette despues de pasar cerca de la costa grande y con rumbo a la peninsula de Baja California)
La situacion se repitió como en Cozumel, lo mas extraño es que en esta ocasion tambien el viento y el agua no eran frios sino tibios. El plus en esta vez fue que sali a pescar como loco, solo en la playa, cuando digo que estaba
solo en la playa, es que de verdad no habia ni un alma en toda la playa de la bahia de Acapulco. Eso me parecio surealista: una de las playas mas populares del planeta feroz era para mi solo. Tuve buena pesca a pesar de las inmensas olas y de pronto
de-quien-sabe-donde aparecio Anselmo, un acomedido lanchero que se quedo conmigo en resto de la tormentosa jornada aprovechando los peces "
pa'la fritanga" y obsequiandome una cerveza fria agrego: -"a
ver si con su caña pesca el submarino"- pense que se referia a sacar algun pez de gran tamaño, pero señalo hacia el mar, entonce voltee mi cabeza hacia esa direccion y justo enmedio de la bahia habia un enorme e impresionante submarino negro. Concluyo el dia diciendo: "
mañana me busca, pregunte por Anselmo el de la Mara y ya vengo y le acomodo las sillas con cervecita fria". Por la noche en las noticias vimos que el submarino era chileno y fue a la bahia de Acapulco a guarecerse de Henrriette.
Al dia siguiente buscamos a Anselmo, lo encontramos y ambos cumplimos con lo dicho el dia anterior.
(
Aqui mi hija, Anselmo "el de la Marasalvatrucha" y yo)
Vayan
aqui a leer mi ultima experiencia con este Planeta Feroz.