domingo, octubre 25, 2009

Todo el mundo cree que sabe

Así se llama uno de los programas de la barra sabatina nocturna de Televisa.

En mi adicción a la TV recuerdo haber visto retransmisiones del programa conducido por Pedro Ferriz Santacruz que se llamaba "El Gran Premio de los 64 mil pesos". Un programa de concurso en el que los participantes debían responder preguntas con cierto grado de dificultad que con sus respuestas acertadas les significaba un incremento en el premio que iban ganando siendo los 64,000 pesos el monto máximo después de una pregunta con altísimo grado de dificultad. Fue transmitido originalmente en la primera mitad de la década de los 60s y el contenido cultural altamente perticipativo del aquel programa resultaba interesante para una Nación cosmopolita como lo era México en aquella época. Era patrocinado directamente por el Gobierno Federal en un intento de "culturización" a través del massmedia que aun no perdía parte de sus objetivos básicos primigénios.

Más de 40 años después en una televisión con contenidos infames, decadentes -e incluso humillantes- y en medio de una crisis económica mundial que ya es comparada con la Gran Depresion de 1929 han surgido en las dos televisoras dominantes -Televisa y TVAzteca- algunos programas interesantes bajo un formato parecido a aquel de la pregunta de los 64,000 pesos.

De TV Azteca es "El Rival más débil" y "Doble Cara". El primero de cultura general con varios concursantes al mismo tiempo y un poco de estrategia entre ellos. El segundo va bajo un formato de participación muy agresivo entre los consursantes que podría no resultar apto para todo el público. Los dos programas llevan un poco más tiempo que la crisis mundial y afortunadamente los han alargado e incluso retransmitido durante estos tiempos de debacle económico. Ambos cumplen el objetivo de intentar resucitar parte de las esencias del massmedia que no solo es el de entretener o informar sino el de educar.

Por parte de Televisa se transmite "Todo el mundo cree que sabe" este es el programa más amigable de los tres; solo hay dos concursantes, a veces llegan a ser tres, en el que responden preguntas de nivel primaria y además son apoyados por niños del mismo nivel escolar. Definitivamente es apto para todo el público. El productor de este programa es Enrique Segoviano quien, en contraste, también fue el productor de aquel infame "Chavo del 8" que dicho sea de paso me parece parte de los causales fundamentales de los pobres niveles culturales de esta nación. El patrocinador principal del programa es el SNTE que dirige la controvertida maestra Elba Esther Gordillo quien otorga una fuerte cantidad semanal para los consursantes. Adicionalmente cada semana se sortea un par de escuelas primarias a nivel nacional para beneficiarse de los premios de los consursantes.

La aventura que ahora quiero contarles comenzó un sábado en la noche mientras en familia veíamos este programa y mi esposa dijo: "quiero que participes en ese programa, voy a ver como te inscribo". Y lo hizo. Llamó al teléfono que fugazmente aparece al terminar los créditos del programa y lo primero que debíamos hacer era ir al programa como público espectador. Y fuimos.

Durante la grabación de ese programa nos entregaron el pase para una audición que debíamos confirmar vía telefónica para tener fecha. Mi fecha fue el 18 de julio.

Aquel sábado 18 de julio fui citado a las 9 de la mañana en la puerta 2 de Televisa San Angel. Llegué puntual y ya estaba junto otros 65 que también iban a la audición. Nos pusieron gafete y dentro de los muros de Televisa fuimos a las instalaciones de CEA donde nos sentamos en una gran sala. En cada silla había un lápiz y una tabla de escritura. Una vez todos acomodados se nos dió una hoja con un exámen de 10 preguntas, eran 3 exámenes distintos para no copiar a los vecinos. Nos permitieron responder sin presiones de tiempo. Fueron preguntas simples como por ejemplo: ¿en que océano se encuentran las islas Galápagos? o ¿A donde apunta la Rosa de los Vientos?, pero también había preguntas con cierto grado de dificultad como: ¿quién es el autor del mural "El mexicano y su mundo"? o ¿cuando inició la Guerra Cristera?. Al terminar el exámen nos fue solicitado esperar media hora en el patio donde había bocadillos para todos mientras eran calificados nuestros exámenes.

Después resgresamos y se nos dijo que cada uno pasaríamos al frente a exponer en un minuto un tema que nos sería asignado conforme pasabamos. Así uno tras otro pasamos los 65 aspirantes. Al terminar esta segunda parte nuevamente salimos al patio donde ahora había cafe y galletas.

Al regresar a la sala fuimos seleccionados solo 20 de los 65. Los 20 participaríamos en el programa. Se nos dieron más instrucciones referentes a vestuario y a la mecánica de participación.

Desde aquel día, mi familia y yo seguimos viendo sabatinamente el programa y vi desfilar a "mis compañeros de audición" hasta que comencé a ver caras nuevas colocando mi posible participación en la incertidumbre hasta que el martes 13 de octubre sonó el teléfono de mi casa. Me llamaban de "la producción" para decirme que me tocaba grabar el programa el viernes 23 de octubre.

Así las cosas, mi aventura televisiva llegó a su climax el viernes pasado. Participé en el programa y será transmitido el sábado 12 de diciembre. Por lo que los invito cordialmente a sintonizar el canal 2 a las 21:00 y ver mi participación en el programa "Todo el Mundo Cree que Sabe", no solo ese día sino habitualmente porque resulta no solo entretenido de la pantalla hacia adentro, sino altamente participativo de la pantalla hacia afuera.

Lo que si puedo decirles es una frase del argot taurino que reza: "Los toros se ven diferente desde la barrera".

miércoles, octubre 14, 2009

Punto crítico

En la vida se toman decisiones de todo tipo. Las insignificantes como el color de la camisa del día o aquellas importantes que nos llevan a recorrer algún camino, quizá imprevisto.

Pero todos en algún momento de la existiencia hemos tenido que tomar una decisión determinante que nos ha llevado hasta este mismo instante, convirtiendo a esa desición en la más importante de nuestra propia vida y -casi puedo apostar- que siempre fue tomada sin adivinar las gigantescas consecuencias que al final de nuestros días fueron sumándose una tras otra. A esa decisión he decidido llamarla el punto crítico. ¿Por qué estas ahí atrás del monitor leyendo estas líneas en lugar de -ponga aquí lo que quiera estimado lector-?



Este post es para contarles sobre mi punto crítico.



En 1994 acababa de hacerme instructor de buceo, trabajaba en un deportivo del gobierno del Distrito Federal dando clases de natación y mis cursos de buceo; ganaba buen dinero con esos cursos, me divertía de lo lindo, siempre andaba en pants o traje de baño y además viajaba gratis a las playas que quisiera cada dos semanas. Eran grandes momentos los que pasaba en la alberca del deportivo y aunque deportivamente hablando era exitoso, en casa eso siempre fue considerado como una actividad poco importante puesto que lo considerado importante era quello mas tradicional, como un empleo donde usara pantalones "de vestir" con un horario "de oficina" y un sueldo quincenal con sus respectivas prestaciones.

Uno no puede nadar siempre contra la corriente y parqa evitar mas fricciones en casa busque un empleo que cumpliera los requisitos que en mi hogar eran silenciosamente exigidos para ser considerado bueno. Asi comencé una búsqueda de trabajo que un par de meses depués culminó con una entrevista en el corporativo de Bancomer al sur de la ciudad. Sin mayores preábulos más que un exámen psicométrico y otro de sangre, fuí admitido en un gran corporativo de importancia.
Durante las entrevistas cuando preguntaba del sueldo la respuesta siempre fue interesante: "el mínimo bancario". Con mi inexperienca en esos menesteres laborales escuchar algo "tan elegante" me hacía pensar en los lujos que podría darme con él.

Después de una capacitación fugaz de 10 días llegó la hora de firmar el contrato que me daría la oportunidad de "hacer carrera en la empresa" asegurando mi porvenir. Por alguna razón me puse a leer las muchísimas hojas del contrato hasta que llegué a la cláusula del sueldo mensual (no quincenal). Era una miseria, practicamente la cuarta parte del total que ganaba con el buceo y la natación.

Mis ojos se desorbitaron cuando finalmente me enteré del verdadero significado de "el mínimo bancario" que, en conjunto con las 42 horas semanales, me hiceron aventarles el contrato en la cara y maldecir por el tiempo perdido. El punto crítico se presentó en ese momento.

Regresé a casa a platicar lo sucedido poniendo en una balanza lo que tenía en la alberca del deportivo dando mis cursos de buceo contra la infinita cantidad de contras que hubiera representado ser cajero en una ventanilla de Bancomer. Los disgustos no se hicieron esperar pero menos fue lo que tardé en regresar a mi querida alberca.

Esa decisión tomada con las tripas me condujo a este momento, en este lugar, con esta situación porque de haber iniciado mi "carrera bancaria" no hubiera:
  • ganado los premios deportivos que gané.
  • conocido casi todo el litoral mexicano.
  • acumulado mas de 5000 buceos.
  • conocido a Francisco "Pipín" Ferreras y Audrey Mestre en Los Cabos.
  • conocido a Jaime, mi colega de buceo.
  • trabajado en toooodos los lugares en donde he trabajado.
  • sentirme frustrado por no comunicar correctamente mis sentimientos de buceo.
  • sido comunicólogo.
  • conocido a toda la gente maravillosa que ha pasado por mi vida desde ese día.
  • conocido a mi media naranja.
  • tenido a mi hija.
  • puesto el nombre de Audrey a mi hija.
  • hecho una maestría en comunicación.
  • tenido mas de 12 años de experiencia frente computadoras con internet.
  • creado un blog
  • escrito este post.
  • hecho mil cosas más que se me han escapado tratando de recordarlas.

Ahora a muchos años de distancia de mi punto crítico me pregunto que hubiera pasado si hubiera firmado ese contrato. No puedo siquiera imaginarlo.


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Me acordé de una película llamada "Sliding Doors" con Gyneth Paltrow en el protagónico que trata precisamente de un punto crítico. En español creo que se llamó simplemente "Si yo hubiera", esta buena, si algún día pueden verla, no se la pierdan.

jueves, octubre 08, 2009

Nowadays

Nowadays my office looks like this:




Unfortunately I'm not joking.

domingo, octubre 04, 2009

Mala Decisión

El final es frío, suave, silencioso y oscuro.

Así es estar en un ataúd, lo se muy bien y lo recuerdo perfectamente cuando pude observar que el joven que maquillaba mi cadaver vestía una chamarra gruesa mientras que su acompañante acomodaba mis manos cruzadas en mi pecho diciendo que el satén es liso pero frío. Satinado blanco era la cubierta de las paredes interiores de mi catafalco de exteriores azules plomo.

Pero aún estaba abierta la tapa, podía ver a todos los que se acercaban a susurrarme cosas cara a cara. Mi madre lloraba lo mismo que mi hermano y mi esposa; mas gente venía a verme con un hilillo líquido en alguna de sus mejillas, a otros no los recordé por mas que intenté hacerlo, jeje ¡que hipócritas!. Y como fondo escuchaba algunos canturreos religiosos, ¿se les habrá olvidado? o ¿no les importo lo que dije? se supone que la última voluntad de un muerto debería ser respetada, ¡vamos!, no pedí la paz mundial ni nada imposible, solo pedí que se abstuvieran de sus rezos vacios y tediosos que mas sirven para la tranquilidad espiritual de los vivos que de los muertos. Tampoco reconozco las voces, ojala pudiera hacerlo, para después venir a jalarles las patas mientras duermen.

Es extraño no reconocer las voces de gente conocida en estas circunstancias, son tan frívolas y ajenas que contrastan con la de los médicos y enfermeras que sin conocerme me regalaron instantes de dedicación y compasión. Ese Hipócrates fue un genio al ocurrírsele
aquél juramento. El médico me decía que tuviera calma, no podía verle la cara, el tapabocas le cubría la mitad del rostro, pero sus ojos mostraban sinceridad y hasta empatía, igual que las enfermeras que me rodeaban como si yo fuera un rockstar, ponían las manos sobre mi pecho como queriendo acariciar los sentimientos y emociones que se me estaban vaciando por ese pequeño agujero.

El disparo en mi pecho solo me aturdió, ni se siente nada, solo hizo que se me doblaran las piernas momentos después de haber visto el destello. No se donde quedó el cuchillo que yo traía y que no me sirvió para nada, entre la distracción que tuve cuando caí al suelo y las imagenes de mi familia que llegaban a mi mente fugazmente ya no supe donde lo dejé. Eso de estrenarme en la delincuencia tan solo con un cuchillo no fue buena idea, mejor hubiera comprado por ahí una pistola; pero ¿de donde hubiera salido el dinero? jajaja pues si para eso salí a asaltar a alguien.

Dicen que la primera vez es la más difícil, pero no sabía que lo fuera tanto.

Hubiera escogido a la muchacha chaparrita de jeans en lugar del trajeado malencarado con el portafolios. Cuando crucé la mirada con la chaparrita supe que estaba tanto o mas jodida que yo, ella solo traía una medallita dorada colgando de su cuello y el trajeado traía un buen reloj, seguramente también traía un teléfono celular y con suerte algo de más valor vendría en el portafolio; quizá fue la adrenalina la que me hizo escoger mal, ¿o habrá sido mi desesperada avaricia?, ¿mi absoluta inexperiencia? tal vez mi desastroza situación económica.

En realidad creo que fué una mala mezcla de todas las sensaciones que en tropel chocaban unas contra otras y se desviaban en todas direcciones sin dejarme un solo espacio para la objetividad.

Así de subjetiva fue mi desición de hacerlo. Fué justamente cuando me llegó el correo del banco con los avisos de embargo en sobres que abrí sobre la mesa mientras me disponía a partir la última manzana roja del frutero que quedaba tan vacío como mis bolsillos.