jueves, enero 17, 2008

5 segundos

Decidí escribir este nuevo texto para compartirles uno de los momentos más felices de mi existencia. Espero que con la inflexible frialdad de las letras y la luz del monitor pueda yo transmitirles a través del teclado aunque sea solo una mínima parte de una sensación maravillósamente abrumadora.

Después de algunas profundas conversaciones en los meses anteriores, fríos cálculos y algunas frases como -"un dia por la puerta saldremos 2 y regresaremos 3"- que jamás olvidaremos; así como algunas nerviosas especulaciónes en los días previos fue hasta enero del 2005 cuando los supimos por confirmación médica: estabamos esperando un bebé. Lo habíamos planeado bien y lo deseabamos tanto que la alegría nos desbordaba.

Así comenzó una aventura que siempre hasta ese momento había sido teórica; una impresionante logística vertiginosa que nunca termina porque se comente el error de planear durante los 9 meses cuando eso solo significa el inicio de otra vida. Y no solo es la vida del nuevo ser humano, sino una vida distinta para los protagonistas, es un cambio que ahora conozco y disfruto y por ello puedo afirmar sin temor a equivocarme que:

"La vida de un ser humano se divide en 2: antes del nacimiento del primogénito
y después del nacimiento del primogénito."

De esta manera inició la cuenta regresiva y con ello también el aumento en las idas al ginecólogo, los exámenes médicos y un increíblemente largo etcétera que la teoría en ningún momento te indica.

Al sexto mes la conocimos, al menos en foto:


El 21 de septiembre la cuenta regresiva llegaba a su momento final y, como en película, a las 2 de la mañana en punto salimos rumbo al hospital, llegamos en 7 minutos. Y 3 horas después ella por fin llegó al mundo.

Mi madre y mi hermano habían llegado hacía una hora. El se encontraba en la habitación 405 y ella me acompañaba, estaba sentada observando en silencio mi desesperado caminar de ida y vuelta en el pasillo, afuera del quirófano; no había nadie más, el silencio me consumía por fuera pero por dentro pensaba a gritos desesperados implorando por alguna noticia o al menos por algún ruido del exterior que me diera alguna buena nueva.

A las 5:06 mi cuasi sonambulismo fue roto por sus primeras bocanadas de aire que se tradujeron en un llorar maravilloso. Al escucharla, instantáneamente me detuve, volteé a ver a mi madre y ella, con su experiencia de mas de 30 años en hospitales, siguió en silencio, me sonrió y afirmo con la cabeza.

Apenas dos o tres minutos después se escucharon unos pasos atrás de la puerta del quirófano, se abrió y un hombre alto con uniforme de cirugía pero con bata caminaba apresuradamente. Mis ojos se abrieron y mi corazón latía a rienda suelta, quedé inmóvil; traía en sus brazos un pequeño bulto de sábanas color azul y aquél hombre preguntó: -"¿quien es el papá?".

A tres pasos de distancia y sin decir nada solo me acerqué a él, en un instante que me parecio una eternidad. El abrió un poco las sábanas azules con la delicadeza que da la experiencia y finalmente pude verla por primera vez.

Fueron solo 5 segundos.

En 5 segundos, solo pude mirarla y con mi dedo índice toque su naricita. El pediátra dijo: -"Me la llevo porque hace frío, vas a tener toda la vida para disfrutarla", le cubrió el rostro y se alejó con pasos largos. Quedé petrificado mientras lo obvervaba alejándose por ese larguísimo pasillo cuando incontrolablemente las lágrimas comenzaban a salir de mis ojos.

Mi madre, desde una prudente distancia, lo había observado todo y se acercá a abrazarme. Juntos caminamos a donde estaba mi hermano, que al verme también me abrazó. En la habitación me senté y no podía dejar de llorar, inexplicáblemente no pude dejar de hacerlo hasta una media hora después.

Sentí como había comenzado un torbellino de sentimientos que me llegaron como toneladas de amor en un solo momento, en un solo instante comprendí el amor. Es algo verdaderamente difícil de explicar, pero en definitiva es algo que ningún ser humano debería perderse.

Ahora a poco más de 2 años de distancia les digo que consagrar la vida entera a mi hija es algo maravilloso. Ella es Audrey Amelié.

12 comentarios:

Yuli dijo...

He de confesar que las lagrimas visitaron mis ojos mientras te leia, lograste tocar mi alma, se muy bien de la magnitud de amor del que tu estas hablando, ese amor tan grande que no hay palabras para lograr expresarlo.
Me uno a tu peticiòn de que te sea dado el mayor tiempo pòsible para estar con ella en todas las etapas de su vida y que puedas disfrutar del regalo màs grande que solo Dios te puede dar.
Preciosa Audrey realmente linda.

Anónimo dijo...

Gracias amor , por haber formado parte de este pedacito de amor

Sabes que te amo y te amare toda la vida y tu hija tambien .....

Rosita

Anónimo dijo...

Que bonito post escribiste, sinceramente me emocione al leerlo, yo no tengo hijos todavia pero me imagino lo que los padres sienten al ver por primera vez a sus hijos, es el amor materializado.

Tu hijita esta hermosa, felicidades.

Clau F.

Anónimo dijo...

Que no se diga que los blogs son para darle espacio a la ociosidad y la intrascendencia.

Muchas felicidades, por todo lo que este post (y este espacio) reflejan.

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola!
Woooo! en verdad dejaste plasmado en este blog lo que sentiste y hasta se me rosaron los ojos, que forma de describir es momento.

Feliciades!

Anónimo dijo...

hola, primero muchisimas gracias por entrar a mi blogg, segundo ya tambien me canse de hacer que me busquen osea ya hice de todo


y que bella historia, supongo que eres una padre muy lindo


saludos

Mar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mar dijo...

Ahhhhh. Me lo imaginé y terminé conmovida.

Qué bonito.

Muy buen post. Es el primero que te leo y ya me quedé con un muy buen sabor de boca.

:D

el7palabras dijo...

Chale mi Lic. Esto se califica como trampa.
Pero creo que te la perdono nomás porque soy del club, del sector patronal como dijera Susanita; y neta me reflejo harto en tus letras.

Por eso digo: es trampa.

Miss B. dijo...

Audrey Amelié... qué hermosa y bella que es, felicidades por tenerla. Sé que vale la pena consagrarle tu vida entera

Borrego dijo...

Que linda niña. Y qué rico relatas la experiencia. Yo le digo a Blanche que tengamos un hijo Emo, por si no sabes de qué hablo vé a su página y lee.
Pero lo que sí, es que tengo una nueva perspectiva de lo que es tener un hijo. Mi hermana acaba de dar a luz, y sostener a mi sobrinito fue una experiencia tan especial, honestamente nunca pensé que me cambiaría el modo de ver las cosas, pero lo hizo. Y quiero al chamaquito.
Un saludo, y nos dió mucha risa tu comentario en la página de Blanche.

Miss Pinky dijo...

que hermosa
que bonita familia tienes
un besote